miércoles, 22 de junio de 2016

La Verdad Sobre la Wicca - Lo que Nunca te Contaron

La magia Wicca o popular es exactamente lo que su nombre indica —la magia de la gente—. Hace mucho tiempo, la práctica de rituales mágicos simples era algo tan normal como comer o dormir. La magia era una parte más de la existencia cotidiana. Cuestionar su efectividad o su necesidad equivalía como si en la actualidad nos atreviéramos a poner en tela de juicio la redondez de la tierra.

A pesar de que los tiempos han cambiado, los practicantes actuales de la magia popular aceptan los mismos principios y ejecutan rituales similares a aquellos que se ejecutaban en las épocas antiguas.

Los magos populares no utilizan poderes sobrenaturales. Ellos no desean controlar el mundo. Tampoco son peligrosos ni perversos. Simplemente sienten y utilizan las energías naturales, las cuales todavía no han sido cuantificadas, ni codificadas ni, mucho menos aceptadas en los santificados salones de la ciencia.

Estas energías emanan de la tierra y no provienen de demonios ni de Satanás. Ellas están representadas a través de las piedras, los colores y las hierbas; así como también se encuentran dentro de nuestros cuerpos. Durante el desarrollo de rituales, los magos populares despiertan, liberan y dirigen estas energías para llevar a cabo el propósito de generar cambio positivo, específico y necesario.

Para los ateos, el hecho de utilizar estas energías no resulta menos ridículo que el mismo hecho de rezar. Para los materialistas, este tipo de prácticas no tiene en cuenta el valor monetario de la tierra. Para los cristianos, quienes han estado convencidos de “dominar y someter” la tierra entera, tales conexiones íntimas con la naturaleza y sus efectos tangibles, resultan peligrosas y perversas.

Los tres puntos de vista son, posiblemente, correctos para sus seguidores —pero no para los magos populares—. Una y otra vez, los magos populares se han mantenido alejados de la religión ortodoxa y tradicional, la cual establece que el poder está en las manos de dios y sus sacerdotes, sus santos y sus representantes terrenales.

Estos magos han ido mucho más allá que los materialistas, al reconocer las cualidades de la naturaleza. Y todos ellos —en común acuerdo con muchos otros— no se preocupan por lo que puedan pensar o no los ateos.

Los magos populares, insatisfechos con los credos que se fundamentan en aspectos religiosos o físicos, se han puesto en la tarea de investigar la tierra y sus tesoros. Ellos han hecho un recorrido introspectivo a su interior para racionalizar los poderes místicos del cuerpo humano, con el fin de sensibilizarse ante sus conexiones con la tierra. Y han descubierto que la magia funciona.

Wicca- Magia.

Wicca es una religión contemporánea. Sus practicantes rinden cultos a la diosa y al dios, entendidos como los creadores del universo —el de las cosas conscientes, tangibles—. Aunque en general los brujos practicantes de la Wicca no están de acuerdo con una forma específica, ellos aceptan la reencarnación y la magia, le rinden culto a la tierra como manifestación de la diosa y del dios y se reúnen para realizar ceremonias religiosas en los momentos determinados por la Luna y el Sol.

La Wicca no es una forma de proselitismo. Es afirmación de la vida, no comercialización de la muerte. Ella tiene su propia serie de mitos, objetos religiosos, rituales y leyes, muchas de las cuales admiten tener pequeñas semejanzas con las de otras religiones de la actualidad.

Los practicantes de la Magia Wicca pueden ser tanto de sexo femenino como masculino, de cualquier edad y de cualquier raza. Pueden organizarse en grupos hasta de cincuenta personas o más; conformar congregaciones de trece personas o menos; o pueden adorar a la diosa o al dios por separado. Aunque la mayoría de los practicantes hablan inglés, también pueden llamar a las divinidades en muchos otros idiomas.

Como religión, la Magia Wicca existe por todas partes de Europa; en los cincuenta estados de Estados Unidos; en América Central y América del Sur; en Australia; en Japón; y en cualquier cantidad de lugares más. La Wicca no es una religión organizada, de la manera como lo es, por ejemplo, el cristianismo, pero existen grupos en diferentes países con el fin de proteger a sus practicantes contra los abusos legales, literarios y físicos.

Algunas formas de Wicca han sido reconocidas por el gobierno federal norteamericano como grupos religiosos legítimos. Los practicantes de la Wicca son mujeres y hombres de diferentes profesiones, distintas procedencias culturales y orígenes religiosos. Para muchos de ellos, la Wicca es la única religión que fomenta el amor por la tierra y todo lo que la habita y promueve la práctica de la magia popular para transformar sus vidas en unas experiencias positivas. Las mujeres, especialmente, se sienten atraídas hacia la Wicca debido a su aceptación hacia el aspecto femenino de la divinidad —la diosa—. Para sus practicantes, ésta es la única religión que mantiene un verdadero vínculo íntimo con la divinidad.

Las personas que se inclinan hacia su práctica no están en las calles ni en los teléfonos, tratando de atraer nuevos miembros. En efecto, la mayoría de los seguidores de la Wicca son lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que su religión no es el único camino hacia la divinidad —un rasgo característico que se comparte con muy pocos miembros de otras religiones—. Pero para ellos, este es el camino correcto.

Extraido del libro: Que es la Wicca de Cunningham Scott


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hago mi aporte desde la ciudad de Barinas Venezuela.
Wiccano en solitario creando Coven

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