domingo, 3 de julio de 2016

Los Dioses de la Magia Wicca

¿Cuando cursaba el quinto o el sexto grado, leí un libro sobre las religiones griega y romana. Después de
describir antiguos rituales dedicados a los gustos de Diana, Pan, Demetrio, Zeus, y Proserpina, el autor manifestaba lo siguiente: “Por supuesto que ya nadie venera a estos dioses en la actualidad”.

Aún a esa temprana edad de mi vida recuerdo haberme preguntado “¿por qué no?”  Muchos otros han sentido lo mismo. La dominación masculina de la religión monoteísta tiene que abrirle paso al expansivo interés en la Wicca y en otras religiones politeístas. Decenas de miles de personas de todas las condiciones sociales armonizan con divinidades relacionadas con la Tierra, con el Sol y la Luna, con el mar y con los vientos.

Muchas de estas personas se adhieren a la Wicca y al hacerlo encuentran una religión que expresa sus ideales. Los rituales, los símbolos, los instrumentos, las canciones y las danzas sirven para homenajear a los dioses. La magia se usa para crear un fundamento común donde los humanos realizan sus relaciones con lo divino. Sin embargo, una relación personal con la diosa y con el dios es la finalidad de la Wicca.

El hecho de mencionar los aspectos religiosos de la Wicca, puede conllevar al surgimiento de algunas preguntas:
  • ¿Quiénes son estas figuras míticas?
  • ¿Cómo se llaman, cuáles son sus atributos, cuál es su historia?
  • ¿Cómo pueden los practicantes de la Wicca armonizar tan estrechamente con divinidades apenas conocidas o completamente ignoradas por el mundo exterior?

Tales preguntas son difíciles de responder en términos generales y definitivos. No hay dos practicantes de Wicca que puedan describir a un dios o una diosa exactamente de la misma forma. De la misma manera en que no se encuentran dos descripciones cristianas de dios que puedan ser exactamente iguales.

Los dioses son conocidos con una gran cantidad de nombres; la mayoría de ellos obtenidos de antiguas religiones — nombres británicos, egipcios, griegos y romanos son usados frecuentemente —.

Así como Isis se transformó de una venerada diosa local de una pequeña área del antiguo Egipto a ser una diosa nacionalista que ejercía el poder sobre todas las cosas, desde el parto y la curación, hasta la protección de los navegantes en los mares.

Este articulo explorará algunas facetas de la diosa y del dios en la forma como han sido conocidos por algunos practicantes de Wicca. Esto constituye el corazón y el alma de la religión.





Dama de la Luna; madre tierra
HERMANA DEL PODER
La diosa expresa:
Soy la gran madre, venerada por la creación y he 
existido mucho antes que su conciencia. Soy la
principal fuerza femenina, ilimitada y eterna.
Soy la casta diosa de la Luna, la señora de
toda la magia. El viento y el movimiento de las
hojas cantan mi nombre, llevo la Luna creciente
sobre mi frente y mis pies descansan
sobre el estrellado cielo. Soy un campo intocable
por el arado. Regocíjate en mi y conoce la
plenitud de la juventud.

Soy la madre bendita, la misericordiosa.
Señora de la cosecha. Estoy cubierta con la
profunda y fresca maravilla de la tierra y con
el oro de los campos abundante como el grano.
Por mí las corrientes de la tierra son reguladas;
todas las cosas llegan a la fructificación de
acuerdo a mi estación.

Soy refugio y curación. Soy la madre
que da la vida, extraordinariamente fértil
Venérame como la arpía, vigilante del inquebrantable
ciclo de la muerte y del renacimiento.
Soy el retorno y la sombra de la Luna. Regulo
las corrientes de las mujeres y los hombres y
doy alivio y renovación a las almas fatigadas.
Aunque la oscuridad de la muerte es mi dominio,
la alegría del renacimiento es mi regalo.

Soy la diosa de la Luna, la tierra, los mares.
Mis nombres y fuerzas son múltiples. Derramo
magia y poder, paz y sabiduría. Soy la eterna
doncella, madre de todo y arpía de la oscuridad
y te envío mis bendiciones sin límites de amor. *
La diosa es la fuerza femenina; esa porción del último
recurso de energía que creó el universo. Ella es toda
mujer, toda fertilidad, todo amor.

En la Wicca ella es la que está, tal vez, más estrechamente asociada con la Luna; esto no significa que los practicantes de Wicca veneran a la Luna, sino que ellos simplemente la ven como un símbolo celestial del poder, tanto de forma evidente como de forma no evidente, de la diosa. Algunos practicantes de Wicca llaman a la diosa Diana en su aspecto lunar. La mayoría se reúnen para venerarla en las noches de Luna llena de cada mes.

*Nota: Basado en una evocación creada por mi primer profesor de Wicca. Incluido en la obra Wicca: A Guide for The Solitary Practitioner. Ella es a menudo asociada con la tierra. El planeta entero es una manifestación de la energía de la diosa. Un ejemplo lo constituye los poderes de la madre naturaleza. Los practicantes pueden venerarla en este aspecto como Gaea, Demeter, Astarte Kore y con muchos otros nombres.

La diosa está inexorablemente vinculada con las mujeres en general. Antiguamente el parto, la menstruación y otros misterios de las mujeres eran celebrados con rituales religiosos. Inclusive, en la actualidad, muchos grupos feministas de la religión de la Wicca realizan estos rituales.

En verdad, el renacimiento de la veneración a la diosa durante los últimos años ha tenido en general una dramática influencia: las mujeres occidentales, a quienes les ha sido negado por largo tiempo el aspecto femenino de la divinidad (salvada, exclusivamente, por la disimulada veneración de María en la iglesia católica), han encontrado una relación estrecha con la diosa.

En la actualidad muchas mujeres están involucradas en la política en busca de la bien merecida igualdad en la sociedad. Otras están activas en campañas antinucleares; algunas están orientadas por una divinidad femenina y no invocan a dios en sus rituales. Este es el resultado de miles de años de la orientación masculina en la religión.

Tal vez la mayoría de los practicantes de Wicca conocen a la diosa en tres aspectos correspondientes a los tres estados de vida; estas son la doncella, la madre y la arpía. La declaración de la diosa que precedió estas palabras, tuvo en cuenta, ampliamente, estas etapas.

El triple aspecto también se relaciona con las fases de la Luna. La doncella corresponde a la Luna nueva. La madre a la Luna llena y la bruja o la abuela a la Luna menguante.

Los miembros de la Wicca perciben a la diosa en el diario vivir. El nacimiento de una idea nueva o las flores que abren sus capullos, son vistas como manifestaciones provenientes de la abundancia de la Madre Tierra. El proceso de iniciación del embarazo y el nacimiento también están ligados con la diosa.




































El cornudo , el rey de la cosecha
El dios expresa:

Soy el radiante rey de las cosechas, irrigando la
tierra con calor y alentando a la escondida
semilla de creación a abrirse en manifestación.
Elevo mi brillante arpón para iluminar las
vidas de todos los seres y diariamente derramo
mi oro sobre la tierra, haciendo volar los poderes
de la oscuridad.

Soy el amo de las bestias salvajes y libres. Corro
con el veloz ciervo y vuelo como un halcón
sagrado a través del reluciente cielo. Los viejos
bosques y lugares inhóspitos emanan mi poder y
los pájaros del aire cantan a mi santidad.
Soy también la ultima cosecha, ofreciendo mis
granos y frutos bajo la hoz del tiempo, de
modo que todos puedan ser alimentados. Sin
plantar no puede haber cosecha; sin invierno
no hay primavera.

Venérame como a los mil nombrados soles de
la creación, como al espíritu del ciervo cornudo
en el desierto y en la interminable cosecha.
Mira en los festivales anuales mi nacimiento,
mi muerte y mi resurrección —y conoce que ese
es el destino de toda la creación—.
Soy la chispa de la vida, el Sol radiante,
quien da la paz y el descanso y envío mis rayos
de bendiciones para alegrar los corazones
y fortalecer las mentes de todos.

El dios es la fuerza masculina, es la otra mitad de la principal energía divina conocida por los practicantes de la Wicca. Él es todo hombre, todo fertilidad, todo amor. En Wicca, el dios es representado por el Sol. En el pasado, antes de descubrirse que la inclinación del eje de la tierra era la causa, se creía que las estaciones eran creadas por la variación del calor del Sol. En la actualidad en Wicca aún relacionan al Sol con la llegada de la primavera, del verano, del otoño o del invierno.

Los miembros de la Wicca celebran el cambio de las estaciones con rituales específicos. Estos “días de poder” , o aquelarres (Sabbats), ocurren ocho veces al año. Ellos marcan las estaciones, la cambiante fertilidad y los patrones climáticos de la tierra. Aunque el
Sol y el dios, todavía son (simbólicamente) vistos como los generadores de estos cambios, ambas divinidades son veneradas en estos tiempos. Muchos practicantes de la Wicca identifican la comida con el dios. La comida es un producto de la fertilidad de la diosa y de la unión con el dios, es así como él es padre e hijo.

La cosecha, que tradicionalmente coincide con la llegada del otoño, es una época del sacrificio de dios “sobre la hoz del tiempo” como lo expresé en el anterior pasaje. Ésta es señalada como un ritual de la Wicca en honor a la diosa y al dios.

El practicante de la Wicca también ve a dios en el inhóspito bosque, en sus viejos árboles, en la enredada vegetación y en los indómitos animales, en particular en los animales cornudos como el venado y el toro, los cuales están vinculados con el dios. Los cuernos fueron antiguos símbolos de divinidad, por ello el dios es algunas veces mencionado como aquel cornudo .

Algunos miembros de la Wicca emplean el rol de la muerte sobre el de dios, tal vez por su transición simbólica que ocurre cada otoño. Mientras el dios trae la muerte, la diosa da origen a todos los alimentos y a la fertilidad, trae nueva vida a través del fenómeno de la reencarnación.

En el pensamiento Wicca, la diosa y el dios son los seres divinos gemelos: comparados como expresiones iguales del esencial origen de todo. Este irreconocible e incomprensible origen es el que ha sido venerado dentro de todas las religiones desde el comienzo del pensamiento espiritual.

Para aclarar el principal concepto erróneo referente a las divinidades de la Wicca (brujas), unas pocas palabras son ciertamente apropiadas aquí. Los practicantes de Wicca no veneran al diablo.
Asombrosamente, ésta es una falsedad muy común vigorosamente promovida por los evangelistas en la televisión y resultaría absurdo si tales afirmaciones no hubieran sido la causa de muchos errores.

Los practicantes de la Wicca no son anticristianos o defensores de los cristianos. Al igual que millones de seres humanos, los miembros de esta religión simplemente no son cristianos, tampoco son individuos locos atacando a otras religiones, ni están ofendiendo a los cristianos deseosos de venerar su particular concepto del mal.

Como se ha discutido en este capítulo, los representantes de la Wicca veneran a la diosa y al dios. Los ajenos a la religión Wicca — aquellos con algo que ganar — pueden y ciertamente lo hacen, interpretar esto en sus propios términos: “Caramba ellos no veneran al dios verdadero, ¡son satánicos!”.

Este mismo pensamiento llevó a los primeros cristianos a creer que los africanos, europeos, gente nativa de América, polinesios, aborígenes australianos y muchos otros grupos culturales que no estaban convertidos eran adoradores del diablo, porque no eran cristianos y tenían costumbres diferentes. No eran humanos. Esto originó el exterminio de poblaciones y el inimaginable concepto de la esclavitud.

Este concepto retrógrado todavía permanece vivo entre cristianos menos conscientes. Ya he discutido el peligro de asumir que una religión es el único método genuino de contactar a dios, así que no reiteraré sobre esto aquí, pero lo mencionaré para explicar por qué razón los practicantes de Wicca (y los brujos) son considerados satánicos.

Ellos no lo son. Son sencillamente miembros de una religión diferente. Muchos, pero muchos humanos han encontrado comodidad al armonizar con su concepción de lo divino, así también la han encontrado muchos practicantes de la Wicca.

Todas las religiones tienen un ideal en su mente: unir a sus seguidores con dios. La religión Wicca no es diferente.

También puedes visitar Crear el Poder Para Hacer Mágia y Como Realizar un Ritual de Iniciación



































Capitulo 8 del libro ¿Que es Wicca? de Scot Cuningham.






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