sábado, 16 de julio de 2016

Tu Primer Ritual, Magia en Libertad

Que no te asuste el término “ritual”. Un ritual es sólo una serie de ritos o de acciones que unidas forman un conjunto. Un ritual de brujería se compone, por tanto, de uno o de varios hechizos. Los rituales no tienen porqué llevarlos a cabo un grupo de personas; a menudo los hacen brujas solas. Los pasos habituales de un ritual son los siguientes:

  1. Preparar el área – Se trata de limpiar un lugar lo bastante grande para lo que tienes pensado hacer. Si vas a estar sola y no necesitas mucho equipo, bastará con que ese espacio sea lo suficientemente grande como para que permanezcas de pie, te arrodilles o te sientes, sin tropezarte con los utensilios.
  2. Disponer un altar – Significa que tendrás que reunir todo lo que vayas a necesitar. Si, por ejemplo, vas a trabajar sólo tú, bastará con que tengas espacio para una vela y para colocar algo de incienso. Es evidente, sin embargo, que a veces te hará falta algo más de sitio. En algunas ocasiones, el altar puede ser una zona concreta del suelo. Se trata, sencillamente, de que cuentes con un espacio donde lo tengas todo junto para evitar así que las cosas se pierdan o que te choques con ellas.
  3. Invocar a los elementos – Que, como sabes, va siendo más fácil y más rápido cuanto más lo practicas.
  4. Invitar a la Diosa y al Dios, Trazar el Círculo – Si el propósito del ritual incluye reunir energía y canalizarla para conseguir que funcione un hechizo, entonces necesitarás un Círculo en condiciones, pero si el ritual piensas utilizarlo sólo para tu desarrollo personal, no te hará falta crear uno con el sistema formal. Reunir la energía para el hechizo. llevar a cabo el hechizo o cualquier otro propósito.
  5. Conectar con la tierra – Que a veces se consigue con el Rito del Vino y de las Tartas, aunque normalmente basta con comer y beber algo después de recoger.
  6. Despedir a los elementos – Ya sabes cómo hacerlo.
  7. Dar las gracias  a  la Diosa y al Dios.
  8. Deshacer el Círculo  Sólo si es necesario.
  9. Recoger - Consiste en guardar y en colocar las cosas como estaban antes de que empezaras con la labor mágica.


Todo esto puede parecerte complicado, pero en realidad es muy fácil. Aunque en el coven el proceso se suele llevar a cabo con bastante formalidad, una persona sola puede hacer mentalmente la mayoría de los pasos. No obstante, y como éste es el primer ritual, utilizaré una manera más protocolaria para convocar a los elementos, pero si ya lo has practicado mucho, bastará con que lo hagas en tu mente.


RITUAL ELEMENTAL.

Para empezar debes decidir con cuál de los cuatro Seres Elementales quieres experimentar. En segundo lugar, debes conseguir o recrear el medio en el que viven: incienso para las silfas, fuego para las salamandras, agua para las ondinas y tierra para los gnomos. Por favor, asegúrate de que tanto las velas como el incienso que vayas a utilizar están bien asentados en sus candelabros o quemadores y que no se prenderá nada accidentalmente. Ten a mano el diario mágico o Libro de las Sombras. Necesitarás también algunas cerillas. Ponlo todo sobre la superficie que hayas escogido utilizar como altar. Dedica algo de tiempo a repasar las experiencias que has tenido con ese elemento particular y con las cosas asociadas a él. Piensa también en lo que esperas conseguir al llevar a cabo este ritual. Medita acerca de tu estado anímico, ¿estás equilibrad@? Si no es así, ¿dónde se encuentra el desarreglo? Enfréntate al problema sirviéndote de las técnicas que ya practicaste anteriormente.

Escoge un momento en el que nadie te vaya a interrumpir o a molestar. Descuelga el teléfono o baja el volumen del timbre. Asegúrate de que tus mascotas (si las tienes) no te van a necesitar, etc. Cuando estés preparad@ para empezar, comienza creando el Espacio Sagrado como ya te he explicado antes.

  • Invoca a los elementos.

Quédate de pie en el este y, mirando en la misma dirección, llama al elemento del Aire diciendo:
Invoco al elemento del Aire para que se reúna conmigo en este Círculo.
Cuando sientas su presencia di:
Bendito seas.
  • Luego convoca al Fuego en el sur, al Agua en el oeste y a la Tierra en el norte de la misma forma.
  • Lo siguiente que tienes que hacer es invitar a la Diosa y al Dios.
  • Todavía mirando hacia el norte, cierra los ojos y visualiza a la Diosa y al Dios, y añade:

Diosa misericordiosa, Dios poderoso, os convoco para que me guiéis y para que me protejáis en estos mis ritos. Benditos seáis.
  • Traza el Círculo.
  • Muévete, por último, al nordeste y, con el dedo índice de tu mano fuerte, dibuja un círculo en el aire alrededor del límite exterior del que ya tienes. Mientras lo haces, visualiza una luz eléctrica azul creando un óvalo que se convertirá en una esfera que contendrá a todo el Círculo en su interior. Di lo siguiente:

Concibo este Círculo como un lugar de contemplación y de protección. Un espacio entre mundo y un tiempo ajeno al tiempo.

Asegúrate de que solapas el punto de inicio del círculo con el del final y continúa con:

Bendito seas.

Recuerda que debes moverte a deosil (en el sentido de las agujas del reloj) en todo momento.
  • Enciende el incienso y la vela si vas a utilizarlos. Siéntate o arrodíllate ante el medio del Elemental y clava la vista en él. Canaliza todos tus pensamientos hacia él e invita al Elemental correspondiente a que venga, recitando tres veces una de las siguientes invocaciones:

Silfas misericordiosas, criaturas del aire, yo os invoco. Con toda libertad os hago esta ofrenda de incienso y, si os complace, espero que acudáis y me hagáis saber que estáis aquí. Benditas seáis.


Poderosas salamandras, criaturas de la llama, yo os invoco. Con toda libertad os hago esta ofrenda de fuego y, si os complace, espero que acudáis y me hagáis sacer que estáis aquí. Benditas seáis.



Elegantes ondinas, criaturas del agua, yo os invoco. Con toda libertad os hago esta ofrenda de agua y, si os complace, espero que acudáis y me hagáis saber que estáis aquí. Benditas seáis.



Nobles gnomos, criaturas de la tierra, yo os invoco. Con toda libertad os hago esta ofrenda de tierra viva y, si os complace, espero que acudáis y me hagáis saber que estáis aquí. Benditos seáis.


Sigue con la mirada fija y centrada en ese elemento. Reflexiona acerca de todos sus aspectos; cómo es en su momento más suave, cómo en el más fiero, qué efectos tiene sobre la tierra, las plantas y sobre tu vida. Piensa en todo lo que esté relacionado o vinculado a él. Evoca las experiencias que has tenido con él.

Continúa haciéndolo hasta que percibas la presencia de un Elemental. Cuando ocurra, procura dejar la mente en blanco y concéntrate sólo en él. Intenta no forzar tus pensamientos, relájate y permite que los sentidos lo observen todo. Quizá sientas que tu mente queda sobrecogida por algunos pensamientos, sensaciones e incluso por imágenes; no las analices en ese momento, trata, eso sí, de recordarlas para más tarde. Cuando el Elemental se marche, o cuando ya no seas capaz de mantener la atención, dale las gracias.

Tienes que hacerlo tanto si crees que estaban ahí como si no, porque pueden estar presentes aunque no hayan querido mostrarse abiertamente.

Silfas misericordiosas, criaturas del aire, os doy las gracias. Regresad en paz a vuestro reino de los cielos y de los vientos. Benditas seáis.


Poderosas salamandras, criaturas del fuego, os doy las gracias. Regresad en paz a vuestro reino de sol y de fuego. Benditas seáis.



Elegantes ondinas, criaturas del agua, os doy las gracias. Regresad en paz a vuestro reino de agua y de océanos. Benditas seáis.



Nobles gnomos, criaturas de la tierra, os doy las gracias. Regresad en paz a vuestro reino de piedras y de tierra. Benditos seáis.



Toma nota de todos los pensamientos, sentimientos e impresiones que tengas antes de deshacer el Espacio Sagrado. Incluye también lo que piensas de los Elementales.

  • Despide a los elementos:

Ponte en el este y, mirando en la misma dirección, despide al elemento del Aire diciendo.
Le doy las gracias al elemento del Aire por reunirse en el Círculo conmigo. Adiós y buena suerte. Bendito seas.

Repite el mismo proceso en el sur para el Fuego, en el oeste para el Agua y en el norte para la Tierra.
Lo siguiente que tienes que hacer es dar las gracias a la Diosa y al Dios.
También mirando al norte, cierra los ojos y di:
Les doy las gracias a la Diosa y al Dios por estar presentes aquí conmigo en estos mis ritos. Adiós y buena suerte. Benditos seáis.
  • Deshaz entonces el Círculo:

Muévete al nordeste y con el dedo índice de tu mano fuerte dibuja un círculo en el aire alrededor del límite exterior de tu Espacio Sagrado. En esta ocasión, visualiza cómo se va desvaneciendo y disipando la esfera de luz eléctrica azul, y di:
Deshago el Círculo y dejo este lugar como estaba antes.


  • Asegúrate de que solapas el punto de inicio con el del final y añade:

Bendito seas.


Espera al menos cinco minutos más antes de apagar el incienso o las velas o de tirar el agua o la tierra para que el Elemental o Elementales se marchen a su propio ritmo. El agua y la arena deben regresar a la tierra de forma cuidadosa, así que no los tires con despreocupación. Mientras esperas, puedes comer y beber algo, aunque sólo sea un vaso de agua y una galleta. Al practicar la magia recurres a esa parte de ti que trabaja en el plano psíquico y necesitas restablecer el equilibrio antes de poder volver a mediar con el plano de lo material. Después de todo, ¡a ti tampoco te gustaría conducir por la misma carretera que alguien que está medio sumido en un trance!


Cuando te apetezca repetir el proceso para contactar con otros Elementales, tienes que recordar que sólo debes intentarlo con uno cada vez y hacer sólo un ritual por día. Ten en cuenta que el objtivo de la magia es mejorar tu vida, no absorberla. Como ya he dicho en otras ocasiones, debes conocer los elementos porque es indispensable para practicar la brujería; para hacer hechizos y lograr que la magia sea eficaz. Es más: invocarlos cuando creas el Espacio Sagrado es un ejercicio clave porque aprendes a extraer energía tanto del entorno como de tu interior. Con un poco de práctica ya no te hará falta hacer las cosas de una manera tan formal porque serás capaz de invocarlos y de desterrarlos sirviéndote sólo de la visualización. Conviene, no obstante, que sepas utilizar las dos técnicas. Pero no veo la necesidad de decir en voz alta las invocaciones; puedes, si lo prefieres, recitar las palabras mentalmente.

LOS ELEMENTOS Y EL CLIMA.

Aunque los elementos de los que hablo no son los del clima, más de uno está convencido de lo contrario. En algunas ocasiones, la palabra “elementos” se utiliza para describir los cambios en la meteorología. No cabe duda de que una de las habilidades más útiles de una bruja es la de predecir e incluso cambiar el tiempo.

Desde la perspectiva de la brujería es innecesario hacer cualquiera de estas dos cosas a gran escala, lo normal es que sólo estemos interesados en llevarlo a cabo en una zona pequeña y durante un breve período de tiempo. Es una buena manera de asegurarse que no te lloverá si tienes pensado hacer una celebración fuera de casa, pero tampoco debemos interferir en el clima hasta el punto de desequilibrar la naturaleza.

Conviene tener muy claro que podemos hacer cambios, pero no milagros. Pese a que puedes lograr que, en pleno invierno, haga un día relativamente cálido, ¡lo que no podrás es crear una ola de calor! El primer paso para trabajar con el clima es entenderlo. Para lograrlo debes examinarlo detenidamente. No te fijes sólo en si llueve o no, tienes que tratar de discernir qué dirección y fuerza lleva el viento e incluso observar qué forma adoptan las nubes. Utiliza también el resto de tus sentidos; a menudo te darás cuenta de que, antes de ponerse a llover, la tierra huele a humedad o que el aroma del aire es diferente antes de nevar, etc. Yo, por ejemplo, ¡suelo tener la nariz muy fría cuando está a punto de llover! Fíjate en otros indicadores: los animales y los niños pequeños suelen comportarse de una manera distinta cuando el clima va a cambiar. Si vives en el campo verás que el ganado tiende a apiñarse cuando va ha hacer más frío. Los niños, de hecho, están más irascibles e inquietos antes de las tormentas (de esto podrá dar fe cualquier padre o profesor). Practica mirando al cielo y a las demás señales de manera regular y posiblemente llegará un momento en el que los cambios de clima no te cogerán desprevenida. Cuando ya estés en sintonía con la meteorología y con las características de las distintas estaciones, puedes intentar practicar la magia del cambio cuando realmente te haga falta.

Tambien puedes leer Elementos: las piedras angulares de la magia. y tambien Secretos Mágicos Para Un Buen Hechizo




2 comentarios:

  1. Buen preámbulo para iniciarme en la magia wicca. Gracias.

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    1. asi es, hay varios post que pueden servirte para tu inicio

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